Año 2018, así comenzábamos uno de los proyectos más singulares del FAPAS de los últimos años, una campaña de eliminación de eucaliptos en el Concejo de Ribadedeva en Asturias. El primer municipio que se propuso eliminar las plantaciones de eucaliptos de sus terrenos municipales.
Cada año vamos eliminando eucaliptos y plantando especies autóctonas dentro de un medio muy singular al borde mismo de la costa cantábrica. Donde especies de clima mediterráneo como encinas y madroños se mezclan con las que son características del clima atlántico, especialmente abedules.
La parte que corresponde a una vegetación atlántica ya se va cubriendo con los abedules que hemos plantado en años anteriores. Esta imagen resulta completamente distinta de la anterior donde los eucaliptos eran mayoría, ahora no queda ninguno.
4.000 abedules en 2022
Si el año pasado por la orientación y localización del terreno la especie a plantar fueron encinas, este año toca abedules. Después de eliminar los eucaliptos y con el terreno desbrozado y limpio, se han plantado los cuatro mil abedules correspondientes a esta parte del monte.
Texto técnico.
El equipo de FAPAS en plano trabajo de plantación. Al fondo podemos ver pies de encinas aislados que hemos rescatado del interior del eucaliptal, pero el suelo de turba nos obliga a utilizar en esta zona el abedul.
PROYECTO DEMOSTRATIVO
Debemos recordar que este proyecto para FAPAS tiene como primer objetivo desarrollar un proyecto demostrativo de cómo es posible eliminar eucaliptos en zonas donde su plantación en la actualidad carece de interés económico. Son zonas plantadas hace décadas donde ahora su explotación no es rentable, pero el alto coste de proyectos desarrollados por las administraciones públicas hace inviable eliminar grandes superficies de eucaliptos.
FAPAS demuestra que eliminar eucaliptos no es costoso, al contrario, se puede hacer con un coste razonable y eficaz. En realidad no hay interés por eliminar eucaliptos, decenas de miles de hectáreas de esta especie permanecen en montes públicos después de haber sustituido a los importantes bosques autóctonos de castaño y roble.
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