Como si fuera una broma de mal gusto
La Administración de Asturias reconoce ahora lo mal que está funcionando el sistema de depuración de aguas en toda la región.
Un sistema que se ha favorecido de cientos de millones de euros de subvenciones de la Unión Europea, para reconocer ahora que no funcionan.
La mala depuración de las aguas, los vertidos directos a los ríos, son la verdadera causa de la desaparición de la fauna piscícola en estos ecosistemas. Pero ante la queja de los pescadores de que no hay truchas a causa de los depredadores, se pide matarlos.
Y la Administración de Asturias dice SÍ.
A sabiendas de que la causa de la falta de peces en los ríos es la contaminación, la Administración de Asturias prefiere matar depredadores dando la razón a los pescadores, cuando por buena lógica, lo que debería de hacer es prohibir la pescad en aquellos ríos donde los peces están al borde de la extinción a causa de la contaminación.
Pero ya sabemos, los pescadores votan y los peces no. Nadie se atreve a limitar la presencia de pescadores en el río, la gota que colma el vaso para llevar a los ríos a no tener peces, pues son eliminados los pocos que sobreviven a la contaminación.
Hay que poner freno a esta política de matar depredadores a cambio de votos.
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