Así se encontraba la marisma desecada en el año 2015

Y así se encuentra en la  actualidad tres años después. No se aprecia la presencia de eucaliptos ni plantas invasoras y el sistema intermareal ya  afecta a la totalidad del terreno  inundado.

Una pequeña parte del terreno  a la derecha y que no  queda bajo la acción del agua,  está siendo plantado de encinas, con el objetivo de crear un pequeño bosquete  de esta especie relicta y que durante miles de años ha estado presente en esta zona hasta que fueron eliminadas para ser sustituidas por eucaliptos.

Ahora, FAPAS las restituye a su lugar.

Las encinas plantadas ya hace dos años comienzan a salir por   la parte superior del tubo de protección. Cada año hay que limpiar la plantación y abonar  cada planta. Solo cuidando la plantación podremos garantizar que lo que plantamos no se muere.

 

Estos días estamos reforzando la plantación de encinas con nuevas plantas y de paso aprovechamos para probar  el  nuevo protector   de plantas que evita los daños del ganado.

El protector “cactus”, comprobamos que  su utilización supone una mayor garantía de supervivencia para la planta que otros sistemas tradicionales que han sido utilizados hasta ahora.

 

 

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