Desaparece toda la vida que hay dentro de él

Normalmente,  cada vez que hay un incendio,     el mayor valor que se da a la pérdida biológica está vinculada con la vegetación, los árboles por la importancia que estos tienen  en diferentes facetas de la ecología del bosque. Los arbustos por ser muchos de ellos productores de fruta.

Atendemos a la erosión  por  la importante pérdida de suelo que se produce detrás de un incendio. El agua se lleva las cenizas de la vegetación y la tierra calcinada perdiéndose la riqueza  orgánica que contiene  microorganismos que hacen que las plantas vivan.

Pero un fuego  va más allá. Hace desaparecer  miles de comunidades de seres vivos   de vital importancia para el ecosistema. Uno de ellos  son los hormigueros.

¿Qué sucede cuando el fuego afecta al suelo del bosque donde hay hormigueros?.

Pues que dada la composición del hormiguero que está formado por materia  vegetal, arde completamente. Desaparece.

Cientos de miles de hormigas  se volatizan con    el fuego. Se pierde uno de los  elementos vivos más importantes que hay en la montaña. Pues    las hormigas intervienen en procesos complejos dentro de las estructuras  forestales o simplemente de pastos o matorral. Entre ellas, favorecen   determinados niveles de polinización en las plantas.

Pero un hormiguero es un elemento vivo y dinámico, se forma, crece y se incorpora a los procesos ecológicos.  En ellos  interviene  aportando un importante recurso alimenticio a los habitantes del bosque. 

 

Cada hormiguero se convierte en una despensa para otros seres vivos que se alimentan   de las propias hormigas o de las  larvas que oculta el hormiguero.

Pocas veces pensamos en ellos cuando hay un fuego.  Los   grandes, como han ocurrido este mes en el norte de España, o un simple fuego de “limpieza”  que se lleva a cabo de manera  cotidiana, pensando que “solo se limpia maleza”.

EL FUEGO MATA POR COMPLETO

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