Es la parte cotidiana de la naturaleza asturiana de los últimos años. Decadencia absoluta en gestión de la biodiversidad. Pero como llevamos denunciando desde hace años lo que está sucediendo en Asturias, la negligente gestión ambiental se lleva a cabo amparada en la belleza del paisaje, tampoco esta vez nos equivocamos.
Esta es la belleza de una de las playas asturianas al atardecer. La típica imagen que el Gobierno de Asturias publica y reproduce para animar a disfrutar de la naturaleza de la región a los visitantes y turistas.
La imagen es eso, imagen, pues un paseo por la playa nos permite descubrir lo que sucede con la naturaleza, en este caso con las aves migratorias que deberían de estar al resguardo de peligros y trampas.
Encontrar cadáveres de alcatraces y otras aves marinas es frecuente, cotidiano, es la anormalidad de la protección de la naturaleza convertida en normalidad. Se recogen, se tiran al contenedor de la basura y aquí no pasa nada.
Cientos de aves, o miles quizás mueren enganchadas en los mortales hilos de captura de pescado colocados en la superficie del mar. No hay datos, ni estadísticas ni comunicación, ni colaboración para prevenir pese a las normativas europeas. No hay nada, solo desidia y abandono de gestión de la naturaleza.
Y desde luego, no hay previsión de que esto cambie. Es la rutina de la conservación de la biodiversidad en Asturias, todo lo que molesta se mata, y lo que no molesta pero no interesa, se le deja morir.