El fuego dentro del bosque hace avergonzarse hasta a los propios árboles que tratan de ocultar las cenizas con sus hojas
Tan solo han pasado unos días desde que el fuego arrasó todo signo de vida en el interior del bosque. Pero lo único que ha sobrevivido, los robles, rápidamente se han desprendido de sus hojas para evitar un exceso de evaporación ante la sequedad del terreno.
Con ello, parece que tratan también de ocultar la ceniza que de manera continuada cubre el suelo. Las hojas, la primera materia orgánica que comenzará a descomponerse, favoreciendo que el suelo cobre de nuevo vida.
Aunque para algunos, los más viejos, el ciclo biológico de la vida toca a su fin. Podría haberse muerto de viejo, ya que durante décadas creció orgulloso formando parte del bosque, nunca debío de imaginarse que las llamas le harían morir de manera tan poco honorable.
Esta es la parte que normalmente no se ve detrás de un fuego. La ausencia de vida es mucho más grave que la pérdidad de metros cúbicos de madera, aunque detrás de muchos incendios está el inicio de lucrosos negocios.
Proyectos de “limpieza”, restauración, apertura de pistas, cortafuegos, helicópteros para apagar más fuegos, nuevas plantaciones que alimentarán en el futuro a más fuegos. Dinero fresco que el fuego proporciona.
¿La vida en el bosque?. ….ya llegará ella sola.
La tristeza del bosque quemado se compensa sabiendo que la vida
sigue mas allá de las cenizas.
Porque aunque es imposible quemarlo todo, no lo debemos de consentir.
Nuestro trabajo, evitar la pérdida del hábitat del oso pardo.
Para que imágenes como esta puedan repetirse año tras año en las montañas cantábricas.
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