La plantación de árboles en zonas de montaña está condicionada por muchos factores. Es por ello que, en principio, realizar todas las plantaciones con el mismo método puede que al final el resultado no sea el mismo.
En el año 2009, hicimos una plantación que de especies productoras de frutos para el oso en la que muchos árboles fueron destruidos y solo unos pocos llegaron a crecer.
Era el 8 de Mayo del año 2009 cuando hicimos esta plantación de 100 cerezos, una zona de montaña en el concejo asturiano de Teverga.
Hace 15 años ya estábamos utilizando planta muy grande cuan do se trataba de antiguas fincas de cultivo abandonadas. Son suelos muy buenos y húmedos, por lo que el terreno es apto para este tipo de plantaciones.
Como vemos, cada árbol se plantaba con los sistemas de protección que hasta ahora siguen siendo los más habituales para evitar que el árbol sea destruido por los animales domésticos o silvestres que entran en estas fincas.
Quince años después
Apenas una veintena de aquellos cerezos consiguieron sobrevivir. Eso sí, alcanzaron un gran desarrollo y ahora estos árboles están produciendo una buena cosecha de cerezas, pero buena parte de la plantación nunca creció.
Que el oso viene de visita a la plantación del FAPAS es una realidad, así lo demuestran algunos de los árboles que vemos totalmente destruidos. Nuestro amigo en vez de subirse al árbol a recoger la fruta, prefiere directamente romper el árbol y comer tranquilamente las cerezas sin hacer equilibrios subido a las ramas.
¿Porqué unas plantaciones se desarrollan perfectamente y otras fracasan?
La respuesta está en los condicionantes que poseen los territorios donde se hacen las plantaciones. Y entre estos condicionantes, hay uno que es necesario tener muy en cuenta; la presencia de los ciervos.
Los ciervos son grandes destructores de árboles y su presencia hace muy difícil que muchas plantaciones sobrevivan.
Durante estos quince últimos años, el FAPAS ha estado trabajando en diseñar sistemas de protección eficaces para garantizar la supervivencia de los árboles que plantamos, especialmente encontrar una solución para plantar donde hay ciervos y diseñar sistemas de protección eficaces y económicamente asequibles.
Sin estos sistemas de protección la posibilidad de tener éxito en las plantaciones para favorecer la producción de frutas para el oso en zonas de montaña es, como hemos visto con nuestra vieja plantación, muy escasa.
MENOS ÁRBOLES PERO MUCHO MEJOR PROTEGIDOS
Estos días le ha tocado la revisión a esta vieja plantación. Nunca se deben de abandonar las actuaciones de revisión y mejora de plantaciones, aunque ya tengan quince años de antigüedad. Así que como ya tenemos bastantes cerezos crecidos, ahora le ha tocado el turno a la plantación de otras especies, manzanos y ciruelos.
Los protectores metálicos “Cactus” son caros pero totalmente eficaces, una solución que nos permite abordar las plantaciones de frutales en zonas con alta presencia de ciervos. Con estos sistemas., retomamos de nuevo la revisión y plantación de la finca para favorecer la presencia del oso en zonas alejadas de los pueblos.
Son menos árboles, pero mucho mejor plantados. Parece que lo prioritario no es la cantidad, sino la calidad para obtener el resultado final que nos interesa. Fruta para el oso.
Y no nos olvidamos del cerezo que nuestro amigo el oso ha roto. También tiene solución para que vuelva a crecer y a dar fruta.
Le colocamos el protector a una altura que impedirá al oso hacer fuerza en el tronco para volver a romperlo. Se tendrá que conformar con comer las cerezas que caigan al suelo.
Pero cuando venga ahora a primeros de Junio, ya podrá comer de las cerezas que están produciendo los árboles que se salvaron de la acción de los ciervos. Por fortuna, bastantes como para que el oso llene la panza bastantes veces.
Cerezo con quince años de edad, con su producción aún de cerezas verdes. En cuanto maduren, el oso dará buena cuenta de ellas.
La recuperación de esta plantación de Frutos para el Oso, ha sido hecha con la colaboración de: