EL ARGUMENTO
Lo que está sucediendo en el ámbito medioambiental nada tiene que ver con la siempre controvertida concepción de la política como servicio público, con sus diferentes variantes ideológicas.
Los Gestores actuales han alcanzado un grado de degeneración, solo comparable al que acompaña al ocaso de los grandes Imperios, en el que el hedonismo (búsqueda egoísta de la gratificación a corto plazo, sin tener en cuenta sus consecuencias), derrota al sacrificio que exige cualquier actividad, haciendo desaparecer a civilizaciones enteras, y quién sabe si esta vez, a la propia especie.
Esta situación albergaría cierta esperanza si no fuera porque se ve agravada por el amparo y/o ausencia de profesionalidad, desde aquellas estructuras de control y equilibro diseñadas exactamente para hacer lo contrario (véase estamentos científicos, funcionarios, ONG), generando una situación de metástasis generalizada por la aquiescencia social.
En el norte de España estamos asistiendo de forma “destilada” al más claro ejemplo de cómo la degeneración es tan extensa que se ejemplifica con bochornos y negligencias diarias, de alcance y trascendencia probablemente definitiva. ¿Dónde quedaron el compromiso científico, los debates y la sensibilidad ambiental de gente militante y combativa como el Profesor Purroy?
LA TRAMA
A pesar de las altas dosis de buenismo imperante, en la actualidad, vivimos sometidos a un control total. Los procesos judiciales, nunca tienen consecuencias. Todo lo domina el marketing y el diseño “virtual”, disparado siempre “con pólvora del Rey” que siempre es ajena.
La realidad ya puede inventarse a medida, sin que se note, como si se tratase de juegos “life simulator”. A estas alturas de la película, los dirigentes saben muy bien que los resultados reales penalizan el voto, así que es mejor emplearse a fondo en engañar, que además resulta mucho más sencillo que “darle la vuelta a la tortilla”, y demostrar que te están haciendo comulgar con ruedas de molino…
Con el tiempo, nuestros actuales políticos han aprendido que para mantenerse en el poder, es necesario controlar el relato y elegir bien a sus protagonistas. En el caso que nos atañe, Planificar, Ejecutar y Gestionar las numerosas variables que configuran los complejos procesos ambientales, para hacerlos compatibles con el mal llamado progreso, ya no compensa.
PERSONAJES DE REPARTO
-Siendo el papel protagonista para el personaje que se enfrenta al conflicto y padece las consecuencias de ello, está claro que éste ya no lo regentan los Mañuecos, Quiñones o Arranz de turno de cualquier Comunidad autónoma. Estos personajes simplemente culminan el proceso de control a través del nepotismo. Eso sí: con ausencia total de vergüenza, y el mismo refinamiento de una albóndiga.
-La Justicia también sufre el principio de lealtad administrativa, para que el reproche jurídico recaiga siempre en una Estructura que ni sufre ni padece. Y si resulta gravoso económicamente, siempre lo pagaran “solidariamente”, muchísimos más inocentes que culpables.
-Con los trabajadores interinos, comprar voluntades resulta un juego de niños: asegurar el sueldo basta. Con el funcionario consolidado ya es otro cantar, si se quieren tener garantias del resultado que se persigue. Al final son siempre simples prebendas y privilegios “que paga el rey”. En el mejor de los casos, la cosa se resuelve con un personal indiferente, y un sistema que premia la indolencia.
-Ya solo queda el blindaje social a través de las ONG satélite. Como si se tratase de auténticos señores feudales, el territorio que regentan es “suyo”. Por tanto, la contraprestación (en otra época económica), se resuelve con “dejar estar”, evitando la persecución directa a la que se somete a las organizaciones “non gratas” como el FAPAS.
EL DESENLACE
Desastres ecológicos de tal magnitud, como los que nos asolan actualmente, son la prueba palpable de que los engranajes funcionan.
-15-junio-2022: arden 30.800 hectáreas calcinadas en la Sierra de la Culebra.
Qué mejor momento para cobrarse en materia de responsabilidad pública las prebendas de los subalternos aupados, a los que la justicia en ámbitos ambientales nunca castiga.
Cambiando de tercio, solo así se explica el show montado en torno al infanticidio osero ocurrido recientemente en la montaña palentina, y que sirvió a la Junta de Castilla y León para diseñar un relato a medida que permitiese instalar en el imaginario colectivo, su inquebrantable compromiso con la conservación de sus teóricos 150 osos pardos.
El guión causa vergüenza, y está lleno de falsedades y contradicciones, pero resulta efectista si no le sigues el hilo….
-10/06/22: “Una grabación confirma que el cachorro de la osa atacada por un macho en Palencia sigue vivo”
-16/06/22: “Evolucionan «favorablemente» la osa y su cría en la Montaña Palentina”
-18/06/22: ¿Cómo se encuentran la osa herida y su cría en Palencia? Un dron tratará de despejar las dudas tras casi diez sin dar señales de vida
-19/06/22: Sin rastro de la osa despeñada y su cría a pesar de la vigilancia en la cueva de la Montaña Palentina
-21/06/22:”Los técnicos no localizan a la osa herida en Palencia y a su osezno y no se descarta que hayan salido de la cueva”
Teniendo en cuenta que no deberíamos poner en duda los conocimientos (al menos teóricos) del personal técnico contratado, y siendo conscientes de que al menos quienes han pisado barro saben cómo reacciona un animal herido, acompañado de su cría, y que además se siente acorralado, todo ello refuerza la idea del guión intencionado. Porque semejante operativo no podría conducir a otro propósito que incrementar la colección de restos biológicos que acabarán almacenados en algún frigorífico. Desde luego, nada que ver con “la moto” que se nos ha vendido.
Pero tengamos muy presente que todo esto no sería posible sin la activa o pasiva, pero siempre complaciente colaboración, de gran parte de la tropa; los que teóricamente saben y no se juegan el puesto, callando o riendo las gracias.
Y solo con esos mimbres sé explica que Guillermo Blanco, consejero de asuntos varios (entre ellos la gestión del lobo y Medio Natural en Cantabria), pusiese recientemente colofón a su habitual grandilocuencia, prometiendo la “insurrección y desobediencia de su Comunidad Autónoma”, en lo que a los asuntos loberos se refiere. La ley solo es ley si gusta. ¿Puede haber peor mensaje político en una democracia?
EPILOGO
Lo dicho: todo evoluciona favorablemente, y es así porque en la Administración, y con la Administración, el que se mueve no sale en la foto.