El trabajo de colaboración que FAPAS lleva a cabo con ganaderos nos permite conocer de primera mano los daños que sufren los pequeños terneros de apenas unas semanas.
Al trabajo de seguimiento de carnívoros con cámaras automáticas y análisis de ADN, sumamos ahora un trabajo experimental para ver si es factible realizar cercados en zonas de montaña que permitan una mejor protección del ganado.
En zonas de montaña los cercados de protección de ganado son difíciles de mantener. Hay otros animales salvajes que los pueden destruir al chocar con ellos si van a la carrera, cosa que no es extraña en zonas loberas donde se producen fuertes persecuciones. El objetivo es que los terneros puedan estar seguros dentro de un cercado.
Estos días hemos estado construyendo uno de manera artesanal, si funciona, ya veremos cómo podemos construirlos de una manera más rápida. Pero de momento la construcción del cercado ha sido todo un ejercicio de manualidad.
El cercado, una vez terminado posee todo él corriente eléctrica, pero a su vez las cintas perpendiculares al suelo poseen un fuerte movimiento con poco viento que haya. Creemos por nuestra experiencia que carnívoros como el lobo sentirán un gran miedo de acercarse a algo que posee un movimiento extraño.
OBSERVACIÓN DEL COMPORTAMIENTO DEL LOBO
FAPAS está llevando a cabo un trabajo de observación del comportamiento del lobo cuando se sitúan ante él elementos extraños.
Los lobos son tremendamente recelosos. En sus ataques acechan y se acercan de manera lenta. Obstáculos entre él y la presa como el cercado con movimiento que hemos instalado, creemos que puede anular un ataque del depredador.
Una simple barra metálica al paso del lobo le genera una enorme desconfianza. Estudiando su comportamiento podemos averiguar qué sistemas pueden ser útiles para inhibir un ataque.