Una vez más desestimando cualquier estudio científico independiente, pasando por encima de la normativa europea, e incluso por encima de las ideas de su propio partido, la Administración de Asturias da un paso a favor de los ganaderos marginando la protección del lobo, amplificando aún más el conflicto en vez de alcanzar soluciones.

En un momento tan crucial como el que vivimos en el que cada acción medioambiental cuenta, nuestros políticos toman la determinación de apostar por la muerte y no por la vida. De poco sirven los miles de estudios en los que se demuestra la importancia de los depredadores para mantener ecosistemas sanos y equilibrados.

Como podemos ver en la prensa en estos días, aquí tienen más fuerza y peso la ignorancia, las leyendas, las supersticiones y las mentiras, que los estudios científicos.

Reiteradamente hemos dicho que el problema del lobo sí tiene solución, y resultaría menos costoso a los bolsillos de los contribuyentes que la gestión actual. La normativa europea ya ha dejado claro que hay que proteger a la especie, y esto no quiere decir que se abandone la ganadería, sino que ambos protagonistas disfruten de los mismos derechos. 

A día de hoy el mando sobre los espacios naturales lo tienen los ganaderos, ni la administración, ni los científicos, ni los ecologistas, etc. Ha quedado más que demostrado que los votos de estos consiguen marcar las pautas a seguir; no han pasado ni cuatro días de la protesta de este sector contra el lobo y ya el señor Barbón ha salido corriendo a confirmar que seguirá adelante con su obsoleto y erróneo plan de gestión, argumentando un supuesto soporte  científico que trataremos de demostrar que no s tal, sino más bien una argucia para  seguir eliminando ejemplares cubriendo las apariencias de que  se lleva a cabo a partir de una información rigurosa basada en la captura y  radio marcaje de ejemplares.

Parece incomprensible también que después de tantos años de ver que el sistema está fallando y que la historia sigue siendo la misma, sigan empecinados en ir contra corriente y desatendiendo los millones de voces que apuestan por la conviviencia,  inaudito que se nieguen a abogar por la renovación y que igualmente incumplan con las nuevas directrices marcadas para toda Europa.

Pero no solo es cuestión de políticos, también necesitamos ganaderos responsables, que instauren las medidas necesarias para el cuidado de su ganado. Medidas que van desde los cierres, pasando por el pastoreo, a la guarda con perros o burros de las reses, etc. Queremos ganaderos que realmente se preocupen de su entorno y no solo de sacar beneficio; queremos instituciones que vigilen el cumplimiento de las normativas, que vigilen a donde se dirigen las ayudas y subvenciones, que valoren el bienestar general y no el de cuatro; queremos que la vida, tenga más valor que el dinero.

No dejes que destruyan tu futuro y el de los tuyos, movilízate para cambiar las cosas y apoya los movimientos que se hacen por la biodiversidad, por la vida.