Llevamos ya un tiempo en que uno no sabe si está leyendo la prensa o la biblia, ya que constantemente aparecen noticias del mundo ganadero alertando de todo tipo de plagas. Ahora les ha llegado el turno a los tejones, a pesar de ser un animal que pasa totalmente inadvertido para la población, que como mucho los ha visto en imágenes o en alguna cuneta, ya está en el punto de mira de los escopeteros y sus aliados.
Daño o desgracia que afecta a gran parte de una población y que causa un perjuicio grave
Esta es la definición de plaga. Asegurar que hay una plaga de tejones en Asturias y muy posiblemente en otras zonas de España, debería de venir avalado de determinados estudios científicos que así lo corroboren. La acusación de plaga no viene por parte de los acusadores avalado por nada más que la mera suposición, intuición o un mero alarde de ignorancia ecológica. Pero ahí está, reflejada esa opinión en los medios de comunicación e influyendo a que administraciones sin sensibilidad ambiental como la asturiana, cojan el testigo de una opinión que carece de fundamento y la conviertan en norma para su aplicación.
Es bueno recordar que el tejón es una víctima de la tuberculosis, enfermedad introducida en la naturaleza a partir del ganado doméstico, de su mal manejo, cuidado y nulo crietrio de transporte de unas regiones a otras. Sí es cierto que es un reservorio de la enfermedad, pero él no tiene la culpa.
Pero esto no es nada nuevo, como ocurre con la moda, esto de las plagas de animales silvestres también es cíclico. Parece que en Asturias se ha grabado a fuego en los cerebros aquello de “quien no llora, no mama” y el mundo agrícola se está llevando la palma en la aplicación del famoso dicho. Es por esto que ya llevamos años oyendo las mismas historias, con los mismos actores, pero con un final muy distinto al predicho por los guionistas.
Como cualquiera puede comprobar, a día de hoy no existe plaga de tejón, ni de lobo, ni de oso, por más que algunos se empeñen. Y si dejaran de querer controlar con exclusivo criterio político y a golpe de escopeta a todo ser viviente silvestre, se acabarían los problemas; que como ya hemos dicho miles de veces…LA NATURALEZA ES SABIA Y SE EQUILIBRA SOLA.